15.1.09

7d

El cuento de hoy es de desaparecidos, informó Ninfa. ¿Cómo de desaparecidos? quiso saber Olga. Tiene que ser un cuento con personajes que desaparezcan, explicó Martín. ¿Por qué? dijo Olga. ¡No se vale preguntar!, recordó Glinda. Con desaparecidos, pues, dijo Olga, y empezó: El Captain Peace –¿no están ya cansados de hacer cuentos con este tipo tan aburrido? se interrumpió. ¡No se vale hacer preguntas! dijeron los niños a coro. Bueno, bueno, el Captain Peace había estado viajando por un laaaargo tiempo sin encontrar nada útil qué hacer, dijo Olga. Entonces pensó que ya era tiempo de darse una vuelta por el viejo mundo, para ver qué estaba pasando por allá, dijo Ninfa. Así que se dispuso con todos sus marineros a cruzar el charco, dijo Martín. Y después de mucho navegar llegaron a la madre patria, dijo Glinda. Pero en la madre patria le esperaba una sorpresa que nadie hubiera imaginado, dijo Olga, porque resulta que se había formado un tribunal para investigar los crímenes contra la humanidad. ¿Y eso qué tiene que ver con desaparecidos? preguntó Martín. ¡No se vale hacer preguntas! gritaron Glinda y Ninfa. Tiene que ver, respondió Olga aunque no se valiera hacer preguntas, porque los desaparecidos son parte de los delitos contra los derechos humanos: si tú desapareces a alguien eres un criminal y los criminales deben ser juzgados e ir a la cárcel. Eso está muy fastidioso, dijo Ninfa. ¡No se vale fastidiarse! dijo Olga. ¿Y quién inventó esa regla?, dijo Martín. ¡No se vale hacer preguntas!
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